Todas las energías tienen una gran influencia dentro de toda la creación, porque ellas son la base, la fundación de toda cosa existente en el universo. Como todos ustedes saben, la luz blanca contiene dentro de sí misma todos los colores “Luz” y el color negro contiene dentro suyo a todos los colores “pigmentos”, una representa a la consciencia del espíritu y el otro representa a la materia.

Pero tanto unos como otros, llevan dentro de ellos especies de códigos, intensidades, vibraciones y frecuencias que intervienen en la materia, como así también en el éter, de la misma manera que puede intervenir la electricidad en nuestros cuerpos físicos, aunque la electricidad no sea visible, el contacto con ella puede provocar graves consecuencias, como por ejemplo quemar las células de los cuerpos, por el gran calor que producen o bien hacer explotar esas células por la energía tan elevada si la utilizamos mal.

Pero sin embargo las energías bien utilizadas pueden llegar a ser muy beneficiosas para corregir errores de funcionamiento dentro de nuestros sistemas nerviosos, por ejemplo, o dentro de nuestro sistema inmunitario, energético o el simple funcionamiento de un órgano o tejido, aunque además pueden intervenir en nuestra psiquis.

En este caso estamos hablando de la energía de los colores y dentro del espectro de la luz blanca cada color ocupa su lugar según sea su longitud de onda dentro del arcoíris, menos intensidad tenga la onda más se aleja del blanco, dicho sea de otra manera, más contacto o afinidad tenga con la materia, más baja es su frecuencia, más intensidad o vibración tenga el color, más se acerca al blanco o a la luminosidad.

La ciencia puede medir estas luminosidades con aparatos específicos, uno de ellos se llama “Espectroscopio”, este aparato puede medir frecuencias muy muy bajas, como así también frecuencias muy, muy altas, están van desde 2 nm a mas de 2500 nm (nanómetros, unidad más pequeña de la energía electromagnética).

El color rojo por ejemplo que representa al primer color dentro del arcoíris tiene una longitud de onda de 620 y 750 nanómetros dentro del espectro electromagnético, o sea sus ondas son muy largas muy espaciadas las unas de las otras. Por debajo de esta frecuencia se encuentra el rayo “infrarrojo”, cuyas ondas son mas espaciadas todavía, el séptimo rayo del arcoíris es el color violeta que llega a una frecuencia mas corta, por lo tanto, más elevada en vibración y llega a los 400 nm, bajando más allá de esta frecuencia llegamos al rayo ultravioleta llamados UV, cuya frecuencia es más rápida por lo tanto sus ondas son mas cortas o sea más frecuentes.

Los rayos ultravioletas son muy fuertes en la luz solar y estos suelen ser perjudiciales para el cuerpo humano si se abusa de ellos, estas radiaciones UV, pueden provocar quemaduras, pues al penetrar en las células de sus cuerpos rompen enlaces químicos, provocando una modificación de las moléculas, que se vuelven por así decir radioactivas y muy nocivas para los tejidos, esta radiación es un mutágeno, viene del sol y es filtrada por la capa de ozono del planeta.

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Cada tipo de materia es capaz de absorber x cantidad de energía electromagnética, primero la absorbe y luego la refleja y es esto lo que nuestros ojos o nuestros sentidos en general pueden captar cuando vemos los colores en un objeto, la luz como el sonido se “REFLEJA” rebota, va y viene, se desplaza está en continuo e infinito movimiento y varios colores pueden combinarse y reflejarse al mismo tiempo dentro de un objeto o materia.

Estas luces estimulan a las células nerviosas de la retina y sus energías son traducidas por el cerebro en colores, los ojos son “espectroscopios” naturales, a tal punto el cuerpo humano es perfecto y sobre todo el cerebro, es una gran computadora capaz de trabajar con las energías como lo haría cualquier aparato electrónico y mejor todavía y lo hace a través del sistema nervioso.

La luz captada se transforma en sensaciones, en emociones, uniendo al cuerpo físico con el cuerpo emocional y con los otros cuerpos etéricos, esta conexión se solidariza con la memoria, con el subconsciente y con el consciente, trabajando todos ellos en total armonía y produciendo en los seres estados de ánimo o estados de salud bien específicos.

La mente que trabaja con los colores hace asociaciones negativas o positivas, según haya sido la experiencia de cada individuo, dentro de su experiencia de vida propia o de acuerdo con la cultura, en la que haya evolucionado, nos referimos a las creencias o supersticiones que cada sociedad pueda llegar a vehicular en sus creencias ancestrales.

El color rojo puede relacionarse con lo negativo, como así también se lo hace con el color negro, mientras que en otras partes se los considera colores muy positivos, todo depende de la evolución espiritual de cada persona o mejor dicho del grado de consciencia de cada uno, para poder comprender lo bueno y lo malo dentro de cada cosa, captando esta energías de manera más universal y sobre todo menos caóticas elevándolas a una frecuencia superior, en relación a la nueva visión moderna de las energías, dejando de lado los conceptos antiguos o erróneos con respecto a ellas.

Lo único que debemos integrar de manera concreta es que el trabajo con las energías es un trabajo meticuloso y cargado de respeto, comprenderlas es una manera de poderlas dominar, no comprenderlas y no respetarlas significa que la utilización que hagamos de ellas pueda llevarlos a falsas manipulaciones de estas energías, provocando más prejuicios a sus mentes o cuerpos físicos, cuando dominamos a las energías, ellas no nos pueden dominar a nosotros, es imprescindible poder entender esto, para poder trabajar con ellas de manera óptima.

Aunque en realidad la energía electromagnética producidas por las fuentes naturales, como el sol por ejemplo, puede vehicular todas las energías puede transportar datos que luego son traducidos en sonido o imagen.

Todas estas explicaciones que pueden resultar complicadas para vuestro entendimiento son necesarias para comprender como actúan las energías dentro de sus cuerpos físicos y etéricos y no tener la sensación de que cuando les explicamos como recibir estas energías del universo y luego entregarlas no tengan la sensación, de que se los está llevando por sendas de mentiras o por caminos de la ciencia ficción.

Trabajar con las energías se aprende, pues en vez de mandarlas a través de aparatos electrónicos, las están mandando a través de sus propios cuerpo utilizando los chakras capaces de vehicularlas, aunque esto parezca un sueño, no es más que una pura realidad.

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Llamamos arcoíris a la descomposición de la luz blanca en sus siete rayos visibles, captados por el ojo humano.

Llamamos espectro electromagnético a la ciencia que permite medir el rango o posición o distribución dentro de una escala de todas las radiaciones producidas por la luz y por el sonido, estas radiaciones se diferencian por las frecuencias variables de sus longitudes de ondas respectivas.