Chamanismo tibetano

Chamanismo americano - Chakana o cruz andina

Chamanismo celta

Descubro al Chamanismo

Durante mucho tiempo escuché hablar de chamanismo y siempre creí comprender que esa practica estaba ligada a la sanación del cuerpo con practicas muy antiguas y fuera de toda lógica médica, tal como podemos comprenderla en la actualidad, ante mis ojos que miraban a estas cosas con mucho desprecio, el chamanismo era una simple practica de “Curanderos” que más parecía teatro tribal que otra cosa, para mí, chamanismo era charlatanería, hoy me avergüenzo de haber pensado así…

Lógicamente estoy hablando de una época donde yo era muy joven y no conocía nada de lo que es la espiritualidad, tal nos la enseñan los grandes Maestros tanto ascendidos dentro de “La Hermandad Blanca” como los que de manera tan modesta desde sus puestos mas diversos comunican sus experiencias y conocimientos a los que vienen detrás de ellos, tanto a través de la meditación, como en las practicas sagradas transmitidas de una generación a la otra a través de diversas culturas.

Mi ignorancia nutria un cierto desprecio por todo lo que no hacia parte de mi mundo, el mundo que se presentaba ante mis ojos en el teatro del día a día, donde la espiritualidad ocupa un lugar tan limitado en la vida de cada persona en general.

Hoy, donde la vida me ha enseñado lo dolorosa que puede ser la existencia dentro de la materia densa donde estamos obligados a defender nuestros derechos dentro de una sociedad tan impiadosa e indiferente ante el sufrimiento ajeno, veo las cosas de otra manera y trato de comprender la vida no solo física, sino también espiritual desde otro punto de vista y lo que antes hubiese podido ser percibido como teatro, hoy salta a mis ojos como una realidad, llena de colores y de vida.

Doy las gracias a la vida de haberme ayudado a abrir mis ojos y mi mente para poder comprender y asimilar lo que tantos sabios han sabido comprender desde épocas tan remotas y que gracias a su perseverancia han sabido guardar y transmitir, toda esa sabiduría que no tiene precio, por tan sabia valga la redundancia y por tan antigua y por supuesto también doy las gracias porque esta vida tan difícil que me toco vivir me ha bajado el copete y me obliga a ver las cosas con más humildad y menos egocentrismo.

Para no hacer esta introducción tan larga debo también reconocer que es la ignorancia la que pone frenos a nuestra apertura de consciencia, cuando por una razón o por otra el conocimiento abre una puerta en nuestras mentes, por mas pequeña que sea esa apertura es suficiente para que aunque muy pálido, un rayito de luz pueda entrar e iluminar nuestras conciencias, ese rayito poco a poco va haciendo que la puerta se abra completamente para podernos iluminar con la sabiduría que acarrea la practica espiritual junto con la información recibida y el conocimiento integrado.

Siempre me intereso el misticismo, la religión, la historia, la filosofía y el arte y los estudié y la curiosidad nunca se apaga en mí y eso me lleva a querer saber cada vez más y más, es una sed que no se acaba nunca y que nada puede calmar, así comenzó mi camino dentro de la espiritualidad y es lo que aprendí lo que quiero compartir con ustedes hoy, todos los caminos llevan a Roma decían los romanos, “Todos los caminos llevan a la Fuente dicen los Maestros ascendidos”.

En un momento de mi vida donde una grave enfermedad amenazo mis días, abandonando a pesar mío una cierta situación económica provocando una hecatombe a mi alrededor, personal, familiar y económica, perdí toda confianza en lo que en ese momento yo llamaba “Dios” y despotriqué y me enoje y me dije, ¿Por qué yo? Y no encontré respuesta, mi pregunta se perdió en algún tiempo y en algún lugar en una dimensión a la cual yo no tenía acceso.

Mi constitución física junto con la tecnología médica y mi fuerte voluntad, hicieron que pudiese superar esa enfermedad y la situación y al calmarse mi mente pudiera yo encontrar respuesta a todas esas preguntas que me hiciese en esos momentos de duda y de angustia.

No comprender que es lo que estamos haciendo en esta vida y en este mundo, es lo peor que nos pueda suceder, repito la ignorancia es la peor de todas las calamidades para un ser pensante, pues su cerebro trabaja sobre una base gelatinosa y resbaladiza donde ningún pie puede apoyarse con firmeza, el conocimiento que al integrarlo en nuestras consciencias se transforma en sabiduría, es el mejor remedio que nuestra mente pueda encontrar para afirmarse con seguridad a través de la psiquis, encontrando así el equilibrio y por consecuencia, “la salud”.

¿Cómo conecté con el chamanismo?

Hace ya algunos años, después de haber pasado por esa terrible situación que describí anteriormente, cuando por fin pude volver a vivir de manera normal, por así decirlo, dedique mucho tiempo a escudriñar en temas tales que extraterrestres, meditación, terapias como el reiki entre otras cosas y de esa manera llegué, no se por que camino recorrido, sobre un curso de lectura de Registros Akashicos.

Me inscribí en ese curso, sin saber muy bien adonde eso me iba a llevar, pero sabia de manera intuitiva, que me ayudaría a canalizar no solo mi curiosidad sino también mis angustias y así fue como durante seis largos meses estudie y practiqué con mucho esfuerzo y sin descanso todos los ejercicios que se me iban entregando y cada mañana antes de mis actividades del día hacia las practicas y con mucho trabajo logré comprender y lograr ciertos avances.

Mucha gente piensa que los dones se despiertan solos, pero no siempre es así, que tengo dones es algo seguro, pero el acceso a ellos fue un camino de mucho trabajo, de aprendizaje y de practica constante de día tras día, para poder disfrutar hoy de una canalización fluida a través de la cual contacto con seres de luz muy grandes y generosos que no solo me instruyen y me acompañan en mi camino espiritual, sino que además me permiten transmitir y compartir con los demás lo que aprendo con ellos.

Conectar con vidas pasadas

Durante unos tres años compartí junto con otra lectora de Registros Akashicos, sesiones semanales que algunas veces llegaban a durar mas de tres horas, en las cuales al principio nos hacíamos lecturas la una a la otra para practicar y adquirir técnica, hasta que un día, se produjo algo que marcaria nuestras vidas puesto que comenzaron a intervenir en estas sesiones Maestros ascendidos que se presentaban a nosotras como Saint Germain, Maestra María, Lady Rowena, Kwan Yin, etc.

Estos Maestros totalmente desconocidos en todo caso para mí hasta ese momento, nos fueron instruyendo de una manera muy lúdica, son seres que tienen un sentido del humor muy marcado y que son muy rectos y exigentes al mismo tiempo.

Esos tres años fueron muy dolorosos para mí, pues pasar de simple persona ignorante de toda sabiduría espiritual a iniciada, provoco en mi mente un sacudón muy violento, puesto que me obligo a dejar de lado conceptos completamente errados y obsoletos, para integrar otros que resultaban difíciles de aceptar.

Las diversas encarnaciones que se suceden en el tiempo y en el espacio, no solo en este planeta sino en otras dimensiones paralelas al mismo tiempo, tener un ser superior que se despliega en forma de abanico, chakras, cuerpos sutiles, vidas pasadas, llamas gemelas, llama trina, pasar de la energía del abanico, pasando en estos tiempos de la energía del carbono a la del cristal, etc., etc., fueron temas difíciles de entender y de integrar, la mente colapsa al tratar de entender que el universo es infinito, que nuestro espíritu experimenta no solo desde nuestro nacimiento en esta encarnación, sino desde hace millones de años y que seguirá haciéndolo después de ella, que estos grandes Maestros ascendidos también se encarnan en personas normales como nosotros, que cada uno de nosotros somos un fractal de la Fuente, que somos eternos y magníficos en otros estratos de consciencia, que esta nuestra vida actual no es otra cosa que una corta experiencia de vida, en la que perseguimos una finalidad de limpieza y de crecimiento.

El dolor no solo es mental sino también físico, puesto que todo cambio de consciencia provoca un cambio hormonal que acarrea dolor de cabeza, angustias, mareos, dudas y otras yerbas raras, sin que podamos controlar esas cosas de manera concreta, puesto que se produce en nuestro ser un cambio integral e irreversible que cambia nuestras vidas a 180°, que además nos hace diferentes, pues lo que nosotros aceptamos como una realidad, no es reconocido por la masa y solemos pasar por “locos” y eso es muy duro de soportar pues estamos en desfasaje con nuestro entorno.

Pero no todo es difícil, sobre todo llegamos a disfrutar a fondo cada nueva experiencia y a pesar de lo costoso que resulta integrar todo eso, lo mas divertido es poder aplicar los avances espirituales que esos cambios de consciencia nos regalan.

Durante todos esos años nos hablaron de seres de luz de intraterrenos, de extraterrestres, de transmutación, de sanación, de iluminación, de rayos, de energías, de tratamientos, de terapias, de evolución y quien sabe cuantas cosas más, pues la lista es interminable y de igual manera se nos permitió conectar con vidas pasadas en las cuales fuimos sanadores, sacerdotes o sacerdotisas, simples personas y como en mi caso personal, “Chaman”.

Así fue mi contacto con el chamanismo, a través de una meditación …. Y se me pidió de tomar contacto con ese ser que fui en una vida pasada, para traer a esta mi realidad actual, todo el conocimiento adquirido en aquella vida tan remota, pues según me han dicho sucedió entre Lemuria y la Atlántida, como para que me de una idea del periodo de la historia de la humanidad en que viví esa experiencia de vida que más adelante contaré.

Mi búsqueda A partir de ese momento traté de informarme por todos los medios habidos, sobre lo que era el chamanismo y siempre caía sobre los mismos datos y explicaciones que no satisfacían mi curiosidad y decidí contactar con mi ser superior, mis guías, como así también con ese chanan que fui, para obtener más precisión.

Las informaciones llovían y decidí además de tomar cursos que me fueron dados de manera desinteresada por una amiga querida que vive en Nueva York, esta iniciación me fue dada por Skype y aprendí a convocar a los elementos de las cuatro direcciones y abrir el portal para convocar a los tótems y a los ancestros y cerrarlo luego, como así también diversas prácticas de sanación y limpieza.

Mas tarde tome otros cursos con otras personas, pero lo que me gustaría transmitirles aquí es toda la información que me fue dada por ese chaman que fui y por los Maestros de la Hermandad Blanca que también de manera muy intensa siguen instruyéndome a todos los niveles del conocimiento espiritual.

La más activa de mis profesores ascendidos que me enseñan esta materia, es la Maestra María, la que todos conocemos como la virgen María y que a pesar de tener de ella una imagen de mujer llorosa y triste, es en realidad una gran Maestra, muy dinámica y científica altamente protectora y envolviente.

Ella conecta igualmente con todos aquellos que deseen trabajar ya sea con la naturaleza y la sanación, ya sea con los temas relacionados con el planeta Tierra, en relación a su evolución, como así también a la evolución de la humanidad, creo comprender que Gaia, Gea, Isis, Tara, Kwan Yin, Palas Atenea, Tonantzin, “Madre” María, “Madre” Tierra y Pacha “Mama”, es la misma entidad representada cada vez en sus diferentes manifestaciones, pero la esencia es la misma.

Copyright © Monica Sanchez