Los Tres Sellos - 12/2020

Aqui presentamos a esta trilogía a través de la cual se representa a la tierra con sus cuatro elementos y la estrella de 8 puntas, a la luna con el elemento agua y la estrella de seis puntas, tercer ojo y Merkabah y al sol que es una estrella en sí, donde sus puntas no se pueden contar, siendo representado por su elemento fuego.

De esta manera también las tres esferas celestes quedan representadas, sabiendo que el sol gira alrededor de una galaxia, que la tierra gira junto con sus seres alrededor del sol y que la Luna gira alrededor de la tierra… cada uno es impulsado por fuerzas universales a un movimiento especifico de rotación y traslación, ejerciendo sobre sus propios cuerpos y sobre las otras esferas y sus contenidos energías que influencian sus procesos físicos y evolutivos.

1er Sello:

Este primer sello lleva el color metálico del cobre, que representaría simbólicamente al color rojo, el cobre en este caso define a la tierra y a su creación, mineral, vegetal, animal y humana, en un estado evolutivo primario dentro de la densidad del cuerpo físico, su piedra es el rubí y su energía la de los cuatro elementos y la estrella de ocho puntas. 

Copyright © Monica Sanchez

Con este sello estamos en presencia del Planeta Tierra “Gea” y de toda su creación, en ella viven dentro de la materia densa una infinidad de seres vivos compuestos con los cuatro elementos bien conocidos de todos nosotros como el agua, el fuego, el aire y los minerales/tierra).

Estas diferentes creaciones viven dentro de materias diferentes con densidades diferentes dentro de lo que conocemos como los 4 reinos de la naturaleza, mineral, vegetal, animal primario y animal pensante, cada uno de ellos evoluciona según su densidad física y su evolución mental o almica, todo lo que no tiene mente, no tiene sistema nervioso y comunica con el entorno a través de la vibración que emite cada cosa o cada ser, esto concierne a los minerales y los vegetales.

Los otros dos reinos que poseen un cerebro, dentro de la escala evolutiva espiritual, están mucho más adelantados que los otros dos reinos, por la simple razón de que poseen un cuerpo con cerebro, con pies y ojos que les permiten desplazarse, cambiar de lugar y tener sensaciones, en el caso de los animales primarios, ellos pueden sentir frio, calor, estrés, hambre, dolor, etc. y se mueven por instinto, la noción del bien y del mal no vive en ellos, no lo conocen porque no son conscientes de su propia existencia, el ser pensante, es capaz de tener emociones pues tiene la noción del bien y del mal, además a través de las emociones es capaz de identificarse por resiliencia y empatía hacia todo lo que lo entorna.

Es consciente de su existencia a diferencia de los animales primarios, el animal pensante sabe que existe también un entorno y que por arriba de sus cabezas hay un cielo que cambia de color, de luminosidad y se hace la pregunta de que puede haber allá arriba, puede deducir que está a la base de una creación y que algo superior existe más allá de su persona, es capaz de amar y de decidir a través de su libre albedrio, su evolución con respecto a los animales primarios es que el animal pensante tiene una mente capaz de deducir a través de la intuición, dejando de lado los instintos primarios.

Pero la evolución no se termina allí, la evolución nunca se termina, pues más allá de la noción del bien y del mal y de la intuición, está la capacidad que se adquiere al considerar que todo el resto de la creación, ya sea mineral, vegetal o animal primario son como él mismo producto de algo superior y que por sí mismo merece respeto, así como los otros también tienen derecho a ser respetados y amados, dentro de la creación en la que viven.

El animal pensante se convierte en “humano” al integrar la noción de resiliencia, de empatía, de compasión y de amor no solo por sí mismo, sino también por todo su entorno de manera permanente, integrando esas nociones como una forma de vida y no como emociones esporádicas que puedan sentirse de vez en cuando, sino que ya estén integradas en su mental como se dijo antes de manera “permanente”.

Este primer sello está compuesto de dos círculos envolviendo un redondel pleno más pequeño. El redondel pleno central representa al planeta Tierra, envuelto por un círculo mediano al que se le acoplan otros 4 redondeles plenos que representan a la cifra 4, cuatro estaciones del año, cuatro reinos, cuatro elementos, cuatro fases de la luna, etc., simbolizando de alguna manera al tiempo y sus ciclos dentro de un espacio físico.

Al círculo externo que es más amplio también se le acoplan 4 redondeles plenos que representan a los 4 puntos cardinales simbolizando al espacio y sus seis direcciones, si les agregamos a esos cuatro puntos cardinales la noción de arriba y abajo.

El numero 4 representa al cuadrado en su representación plana y al cubo en su representación en volumen, las seis caras del cubo representan a las seis direcciones principales del espacio, o sea norte, sur, este, oeste, arriba y abajo, es de esta manera que el cerebro de los humanos se posiciona dentro del espacio físico que los rodea, el animal primario solo se posiciona de manera plana dentro del espacio.

El hecho de que los pequeños redondeles plenos estén unos representados en cruz normal y los otros en cruz de San Andrés, simbolizan al movimiento de la evolución pasando del plano al volumen, en el caso del ser humano dejando de ser animales simples para convertirse en animales pensantes habiendo adquirido consciencia.

Los ocho redondeles también simbolizan a la estrella de ocho puntas, símbolo de la evolución plana donde se expande la materia más densa, yendo hacia la evolución universal dotada de consciencia personal, planetaria y universal.

Al igual de lo que sucede con el Merkabah, los del círculo mediano que representan al tiempo giran hacia la derecha y los del círculo exterior que representan al espacio, giran hacia la izquierda, creando energía electromagnética en forma de espiral, el universo es movimiento y la evolución no existe sin este movimiento.

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2do Sello

En el segundo sello encontramos referencias sobre los elementos que llevan al ser humano a salir de su estado amnésico, para entrar en contacto con la gran verdad universal y es a través de su cerebro, pues allí se encuentra su alma/psiquis o sea su conciencia en sus tres niveles principales llamada “mente”, en ella viven el “inconsciente, subconsciente y consciente”.

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El alma/mente o psiquis es una versión simplificada del espíritu de cada ser y vive dentro del cerebro, que es como una especie de computadora programada a través de la cual, el ser superior puede experimentar la vida física, con todos los límites que ese cuerpo denso le acarrea.

Si esos límites existen es simplemente porque la mente que vive en un cuerpo denso no podría soportar la inmensa energía de la mente de su espíritu superior y colapsaría, como quemada por un gran golpe de electricidad o de energía atómica, en el caso de que el espíritu quisiese ocupar un cuerpo denso como el nuestro; la evolución transmuta a la materia densa en energía sutil, más vivimos fuera del conocimiento de las leyes universales menos vibramos, por el contrario si más vivimos en la sabiduría y la apertura de consciencia, más fuerte vibramos.

Si hacemos vibrar muy fuerte a una mente que vive en un cuerpo muy denso, le provocaremos muchos daños en sus células y podría la persona sentir síntomas muy destructores, por esa razón la evolución debe ser paulatina.

Esta mente está representada por el triángulo, haciendo alusión a la trilogía del ser que se compone de un cuerpo físico, un alma o mente y de un espíritu, el ser posee igualmente un género masculino, otro femenino y el poder de generación o si prefieren de reproducción de ambos en conjunto.

Este sello lleva en su centro un vórtice o portal dimensional en forma de ojo cuyo iris es una perla, que nos lleva a la noción de dimensiones espacio temporales que nos pueden sacar del plano para llevarnos al espacio/tiempo universal, por lo tanto la perla es la piedra que representa a este sello, su metal es la plata y su energía es la del elemento agua y a la estrella de seis puntas y al Merkabah.

Si el primer sello nos relaciona con el planeta y sus cuatro elementos, este segundo sello nos conecta con el elemento agua, con la luna, con las emociones, con la mente y con la apertura de consciencia que nos saca del plano para entrar en la universalidad y la noción de esferas dimensionales diferentes, siempre ligadas al conocimiento y a la actividad mental auto controlada.

Es muy indispensable que cada uno pueda comprender que todo ser humano puede trascender hacia esferas de consciencia diferentes y superiores a través de su evolución mental, activando a través de su glándula pineal cualidades del alma que le permitan traspasar los limites creados por la densidad de su cuerpo físico.

Cuando la consciencia no esta abierta, no se pueden trascender esos límites, cuando la consciencia esta abierta, se desencadena la apertura de canales ligados a una supra consciencia que nos comunican directamente, no solo con nuestro espíritu superior, sino también con el cosmos, con el espacio/tiempo universal hasta llegar a la Fuente misma.

Este sello esta realizado con el metal “Plata” y se relaciona con el color azul de la creación y del mental, su piedra es la perla y su elemento es el agua, conviene aquí recordar que es de plata el hilo que nos mantiene unidos a nuestro ser superior y es a través de esta especie de cordón umbilical que comunicamos con él y así será siempre mientras estemos encarnados en un cuerpo físico.

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3er Sello

Este tercer sello al igual que el primero está formado por diversos círculos superpuestos que simbolizan a la espiral de la evolución, en el que toda cosa o criatura evoluciona dentro del universo, aquí podemos apreciar que en el centro de esta espiral se encuentra un redondel pleno alrededor del cual circula una energía en forma de espiral.

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El redondel que se encuentra dentro de la espiral simboliza al gran sol central de nuestra galaxia, rodeado de 12 esferas que representan a las doce constelaciones, a los doce meses del año, a las 12 horas representadas en un reloj y finalmente al año galáctico al final del cual todo sistema cualquiera sea se reinicia (reset) para volver a empezar de una manera renovada.

Este sello está relacionado con el tiempo “Cronos” y con el movimiento de expansión a nivel solar y galáctico que abre portales dimensionales que permiten pasar de una esfera evolutiva hacia otra a todo sistema planetario, es decir al sol y a sus planetas; el sol se comporta como un núcleo dentro de un átomo y a su alrededor giran diversos planetas como si fuesen electrones, de la misma manera que alrededor del sol central giran sistemas planetarios y constelaciones.

Esta expansión solar es vertical y circular como una espiral, que se desarrolla en forma de frecuencia Fibonacci que se representa con “FI”, es decir de manera fractal; nuestro sol planetario evoluciona por si mismo arrastrando consigo a su corte de planetas siendo atraído hacia otras dimensiones por grandísimas energías que lo aspiran, no sin antes haber hecho este sol y sus planetas una evolución consecuente que les permita soportar tan altas energías provenientes del gran sol central, el sol central es a su vez arrastrado por otras energías superiores a él, “repetimos” de manera fractal, no solo en forma sino también en comportamiento, respondiendo a la ley del cómo es arriba es abajo.

Las leyes universales se aplican a todo y a todos por igual y a esa leyes responde toda evolución, ya sea de una planta, de un ser o de un planeta, como así también de un sol y sus sistemas, planetario o galáctico y más allá todavía sin que ninguno de nosotros sepa donde comienza o donde termina esta evolución.

Este sello esta realizado con el metal “Oro” que simboliza a la máxima evolución a la que todo ser pueda llegar en su camino espiritual, el camino dorado por el que el todo y todos transitan dentro de la evolución que los lleva a conectar con la experiencia de vida o aprendizaje, con el conocimiento, llegando finalmente a la sabiduría para consagrarse, expandirse e integrarse al final del camino dentro de la energía de la misma “Fuente”.

Este sello nos habla de expansión fractal, de transmutación y de conciencia cósmica, nos habla de nuestro sistema planetario y de nuestra galaxia a la que llamamos “vía Láctea”, nos habla de pasajes dimensionales y de procesos de expansión a través de nuestros diversos soles.

Los soles son como el núcleo de los átomos a través de los cuales giran otras energías que provocan movimiento y vida, creación y expansión hacia todas las direcciones.

Estos soles están compuestos de fuego y de energía atómica!

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