Boleto de ida y vuelta – Maestra María – Para la Misión Arcoíris – 25/03/2020

Todos nosotros somos “La Fuente” pues hemos salido de ella y hacia ella volvemos como lo hace un bumerang que vuelve a la mano que lo ha lanzado, decir boleto de ida y vuelta, es decir nos hemos lanzado a hacer un viaje hacia la nada, para volver a casa ricos, sabios y empoderados e iluminados con la luz de la sabiduría, este es un boleto de ida y vuelta espiritual.

Todos somos “La Fuente” experimentando y lo hacemos desde diferentes formas de energía, integrando información según sea la vibración de cada ser manifestado dentro de ella, esta pequeña nota es para comprender de donde salimos y hacia donde vamos, cual es el camino recorrido y como es transitado, esta es una explicación que trata de ser lo mas simple que se pueda para que podamos tomar consciencia de nuestra divinidad.

La única manera de avanzar espiritualmente es conocernos a nosotros mismos, el hecho de saber quiénes somos no solo aquí en este planeta, sino también en planos de energías superiores es muy importantes porque es como pasar del plano al volumen.

Nos conocemos a nosotros mismos en tanto que seres humanos, pero no en tanto que seres de luz, sabemos cómo nos llamamos, donde vivimos, cual es nuestra profesión, etc… todos esos son datos que solo manejamos en el aquí y ahora, sin tener ningún tipo de consciencia de los otros planos en los que podamos existir.

Al principio cuando comenzamos a despertar a la espiritualidad aprendemos que nuestro cuerpo físico está envuelto en otros cuerpos llamados sutiles, que tenemos un sistema energético ligado al medioambiente y al universo y que estamos ligados al planeta y a los demás seres por lazos energéticos bien definidos, la noción de multidimensionalidad se instala poco a poco.

El cuerpo físico es un cuerpo “elemental” pues está compuesto por los cuatro elementos que nos ha entregado la Tierra, pues con esos elementos ha sido fabricado y esta como dije ligado al planeta y este cuerpo elemental posee las más bajas vibraciones de nuestro ser pues está compuesto de materia densa y en nuestras sociedades humanas no nos enseñan que ese cuerpo físico elemental está relacionado muy íntimamente con otros cuerpos sutiles.

Estamos compuestos por varias capas de energía como una cebolla, esas capas de energía tienen cada una, una consistencia y un rol diferente en nuestro ser encarnado y tienen sobre todo la función de entregar energía vital al cuerpo físico para que este se pueda desarrollar a todos los niveles incluyendo el desarrollo «mental y espiritual».

A partir de aquí sabiendo que estamos ligados muy íntimamente a otros planos superiores, podemos comprender igualmente que nuestra vida no se limita a comer, caminar, dormir cada noche y despertarnos cada nuevo día, sino que nuestro plan de vida consiste por encima de todas las cosas a elevarnos de nuestra condición actual para lograr una condición superior en la que podamos manifestar lo mejor de nosotros mismos solo con tomar consciencia de nuestra multidimensionalidad.

Lo primero que debemos hacer es tomar contacto con nuestro ser superior, es decir con esa parte nuestra que por ser tan alta en vibración vive al exterior de nuestro cuerpo para evitar destruirlo, puesto que su vibración es tal alta que si tuviese que vivir dentro nuestro quemaría nuestro cuerpo físico o elemental, lo quemaría como si recibiese una descarga eléctrica gigantesca, por ello nuestro ser superior está con nosotros dentro de nuestro cuerpo a través de nuestra “mente” lo que todos conocemos como consciencia o psiquis.

Nosotros somos todos almas muy viejas y superiores energéticamente hablando, somos seres de luz muy evolucionados y hemos venido a encarnar en la materia densa, para hacer más experiencias de vida y obtener más conocimientos, pero también para poder influenciar o trabajar en la nada donde viven las cosas aun no reveladas, estamos trayendo la revelación de los misterios, haciendo que toda esa parte oscura vaya siendo poco a poco traída a la luz del conocimiento.

Este es un trabajo que nos causa muchos esfuerzos nos exige mucha fuerza de voluntad empleada en un proceso que es muy lento, pues los avances no se pueden lograr de un día para el otro, todo esto exige mucho tiempo para poder ser realizado y que se pueda obtener un cierto resultado positivo, tenemos un tiempo para experimentar, un tiempo para digerir y transmutar para finalmente integrar el conocimiento adquirido a lo largo de las experiencias y convertirlos en sabiduría.

Por lo tanto el poder saber quiénes son nuestros seres superiores o sea quienes somos nosotros mismos en otros niveles de consciencia nos ayuda a empoderarnos de esa gran energía, pues muchos de entre nosotros somos seres energéticamente muy grandes con una energía enorme y antigua a tal punto que nos daría miedo creer que realmente seamos así, nos creeríamos locos o trastornados por aceptar esta realidad, ésta gran verdad y eso exige un entrenamiento espiritual que nos ayude a elevar nuestra vista del alma hacia esos seres tan grandes que somos, repito, en otros niveles de consciencia.

Como para que se den una idea el sol es un ser de luz, no solo por sus llamas de energía atómica, sino por su vibración energética espiritual, pasamos de las partículas a los átomos a todos los niveles de la creación, primero somos elementales, luego vegetales, animales primarios, animales superiores y al final de la evolución de la materia somos seres inteligentes con una consciencia intuitiva integrada y podemos pensar.

Luego volvemos a empezar nos convertimos en pura energía y volvemos a integrar la materia en tanto que elemental, pero a otros niveles, primero somos satélites, planetas, astros solares o estrellas hasta llegar a ser pura energía, más potentes cada vez, soles de un sistema solar, de una galaxia y así sucesivamente hasta llegar a integrar la fuente misma o por lo contrario si así lo decidimos separarnos de la fuente para convertirnos en Fuente nosotros mismos y crear nuestro propio universo, pasando por el punto cero o “big bang” como se le llama aquí al despertar de una fuente.

Este proceso se cumple a lo largo del tiempo y del espacio y tendríamos que hablar de millones y millones de siglos, no de años sino de siglos o de milenios, nosotros que vivimos dentro del espacio/tiempo lineal no podríamos jamás calcular esto pues los números no alcanzarían, dicho esto y volviendo a nuestro tema podríamos decir que resulta muy difícil de creer que cualquiera de nosotros podamos ser la encarnación de un ser ascendido y mucho menos todavía la encarnación de un planeta o de un sol, por ejemplo… la mente humana no está preparada para ubicarse dentro de estos conceptos.

El sol o la tierra o los satélites aquí en este sistema solar se manifiestan como esferas flotando en un cierto espacio, sin embargo, son en otras dimensiones seres de luz gigantescos en evolución, por eso al hablar del planeta Tierra hablamos de «Gaia» pues así se llama su ser, su esencia, o de Helios y Vesta cuando hablamos del sol de nuestro sistema planetario.

Por ello cuando nosotros logramos saber que somos la encarnación de algún ser ascendido no nos lo creemos, sin embargo, el hecho de saber quiénes somos en otro espacio/tiempo más elevado nos ayuda a salir del plano para entrar en el volumen, eso significa pasar de dimensión a través del conocimiento y eso exige justamente que ese conocimiento se integre en nuestras mentes, en nuestras conciencias.

¿Cuál es nuestra conciencia en nuestra dimensión 3D?

lo que sabemos de nosotros mismos es como nos llamamos, cuantos años tenemos, cual es nuestro color de piel, cual es nuestro color de ojos, cuanto medimos, que profesión tenemos, cual es nuestro estado civil, si tenemos o no tenemos hijos y nietos etc. y a partir de allí, no sabemos nada más sobre nosotros mismos.

Hasta hace un cierto tiempo atrás nadie creía en la rencarnación, eso era un concepto muy oriental que no tocaba en absoluto ni de cerca ni de lejos a la cultura occidental, sin embargo hoy ya se va haciendo más aceptable para todos nosotros poder creer que eso pueda ser posible e incluso nos aclara sobre puntos o interrogaciones que nos hemos hecho a lo largo de los siglos con respecto a la vida y a la muerte por llamarla de algún modo, pues la muerte es definitiva y concierne solo al espíritu y no al cuerpo físico, es un concepto que se utiliza en espiritualidad y no para definir al hecho de separarnos del cuerpo elemental, eso se llama « desencarnar », en el universo nada se destruye, o sea nada se muere, todo se transforma.

Por otro lado nos cuesta creer que seamos muy grandes en otras dimensiones y nos decimos que si así fuese no seriamos tan pequeños y frágiles en esta vida actual y sin embargo como ya se ha explicado en varias oportunidades, venimos a nuestros cuerpos con poca información pues venimos a trabajar con un ADN que solo contiene una programación relativa a la misión de vida qua vengamos a realizar aquí y venimos sin memoria antigua para que esa memoria antigua no perturbe nuestro trabajo actual, en todo caso así funciona esto mientras vivamos en 3D.

“Cuando integremos esto en nuestras mentes, entraremos en esferas superiores de consciencia impulsándonos al tan famoso salto cuántico”.

Despertando dones que estaban dormidos, nos ubicaremos en una dimensión superior, saliendo de la ignorancia para conectar con lo universal, pues no solo nos encarnamos en la Tierra sino que somos seres multidimensionales y de forma paralela nos encarnamos en otros cuerpos en otros planetas, en otras galaxias y en cualquiera otra parte del universo al mismo tiempo que lo hacemos aquí, repito, somos seres multidimensionales.

Estamos todos nosotros viviendo paralelamente en varios planos a la vez incluso estamos encarnados en muchos seres aquí en el planeta tierra, pues no nos hemos encarnado en un solo cuerpo, sino en varios al mismo tiempo, encarnaciones femeninas y masculinas y nacidos en diferentes años en un mismo país o en diferentes países y en diferentes planetas, constelaciones, sistemas planetarios o galaxias, la encarnación es constante, múltiple, variada, paralela y multidimensional.

A esto la gente no lo sabe y el hecho de saberlo ahora podrá provocar en algunos de ustedes mucha aversión, pero otros en cambio podrán comprenderlo e integrarlo en sus conciencias y pasar a una etapa superior de sabiduría espiritual, esto nos saca de la noción de pequeñez en la que vivimos para entrar al volumen como se ha dicho antes, es como mirar un plano en el que figuran las explicaciones de como montar un mueble y partiendo del plano, vamos juntando y uniendo las tablas atornillándolas, hasta darle su forma final, de eso se trata ni más ni menos, pasamos del plano al volumen, del proyecto a la realización, en este caso preciso a la “iluminación”.

Cuando integramos el conocimiento en nuestras mentes éste se convierte en sabiduría y es esta sabiduría quien nos permite evolucionar y ascender a otros niveles de consciencia, pues sin ella nuestro cerebro se colapsaría si no pudiese comprender el porqué de cada cosa, ella nos ayuda a construir esta nueva realidad más en acuerdo con lo universal dentro de un espiral ascendente de energía divina que llamamos iluminación, toma de consciencia o ascensión.

A partir de aquí, la alta vibración que adquirimos, le permite a nuestros ojos y a nuestros oídos, de ver colores que antes no veíamos y escuchar sonidos que antes no percibíamos, sonidos y colores que solo se manifiestan en frecuencias más elevadas que las que podamos percibir en la 3ra dimensión, de esta manera podremos correr los velos y ver con nuestros propios ojos a los seres de luz que nos rodean y mantener con todos ellos un contacto más fluido.

No es fácil pasar de un estado al otro sin una previa adaptación, por ello siempre decimos que esto debe hacerse de manera paulatina, pero una vez que hemos pasado esa frontera de energía nuestra vida se facilita pues se hace más concreta, sabemos positivamente a donde deseamos llegar a través de cada acción y de cada decisión. Lo más importante a saber, es que cuando vivimos dentro de nuestro cuerpo espiritual, cuya energía es inmensa, una de las maneras más rápidas que tenemos de seguir creciendo espiritualmente, es la de venir a encarnar dentro de esta realidad densa bajando nuestra energía y es lo que hacemos los que desde un principio nos hemos metido en LA NADA donde todo existe pero que todavía no ha sido manifestado, con la finalidad de adquirir sabiduría y a partir de allí, aumentar nuestra vibración.

La nada es como si entrásemos en un cuarto oscuro donde no sabemos lo que hay dentro, pero al encender la luz descubrimos que ese cuarto como una caverna de Ali Baba está lleno de cosas maravillosas que pueden servirnos para nuestra vida, lo mismo sucede cuando entramos en “la densidad de la materia”, para poder descubrir esas riquezas que viven allí dentro debemos experimentar, aprender e integrar conocimiento para iluminarnos por dentro para poder aclarar al mismo tiempo ese espacio indefinido y apropiarnos de todo lo que sea necesario a nuestra existencia, a nuestra expansión y mucho más todavía y llevarlo con nosotros, de esta manera le vamos ganado terreno a la ignorancia, esta es una manera de traer luz a la oscuridad y del mismo modo iluminar nuestro camino y las posibilidades son inmensas y maravillosas.

Ir a la nada, buscar información y sacarla de allí para que se manifieste en nuestra realidad es un trabajo titánico, que exige mucha fuerza de voluntad y mucha paciencia pues debemos luchar contra el miedo, contra la inseguridad y contra todas nuestras debilidades, sobrellevar y transmutar esas energías negativas es dar un paso gigante en nuestro camino espiritual, muchos hemos sido los que hace eones hemos levantado la mano diciendo “Yo voy a experimentar en la materia”, yo voy a iluminarme en la nada, para que se manifiesten a través de mi los secretos divinos contenidos en ese espacio oscuro del universo, iluminar ese espacio es ganar terreno para todo lo que existe en la creación divina, ganar terreno significa traer más sabiduría a la Fuente universal.

Nosotros todos estamos aquí para ganar territorio, para iluminar esos espacios oscuros, no hablamos aquí de espacios violentos, agresivos donde se califica a esta violencia como energía del mal, cada cosa tiene sus dos polaridades la positiva y la negativa, todo funciona así en el universo, pero en este caso específico no venimos a conectar con lo violento, sino que dentro de la paz de nuestros espíritus venimos a manifestar lo desconocido, transmutando lo negativo y sublimizando lo positivo, así se avanza dentro de la luz con fe, confianza y mucha paciencia.

Por supuesto que también nos encontramos al caer en estas bajas densidades con entidades que están manifestándose dentro de la polaridad negativa dentro de la Nada, pero las dos polaridades son necesarias para que exista un equilibrio, sin esas experiencias negativas que nos toca vivir, nuestro aprendizaje no sería completo, porque no podríamos comparar y sin poder comparar no podemos elegir lo que nos conviene, por consiguiente esto nos permite de poder trabajar dentro del libre albedrio, es así de simple, aunque para nosotros los seres encarnados sea tan difícil de comprender, pues nos causa miedo, pues para esta humanidad manifestada en la materia densa, todo lo que es negativo suele ser fatal.

Muchas veces fatal también para el espíritu, desgraciadamente, pues el que se pierde en la negatividad, tiene que ser absorbido por la Fuente y debe volver a empezar de cero, pues al no adquirir evolución espiritual se apaga su chispa divina por falta de luz y se reduce a quedarse en un estado de no retorno, de no evolución, se pierde y hay que volverlo a recalificar en chispa divina y se lo vuelve a lanzar a la vida partiendo de cero.

Por lo tanto, no sirve de nada si al llegar un ser a un nivel de negatividad extrema, no vuelve a la luz para lograr un equilibrio, su chispa divina se apaga y toda la experiencia a lo largo de millones de años no habrá servido para traer conocimiento y evolución, qué pérdida de tiempo tan grande para ese ser...

¿Qué sucede cuando un ser de luz desciende a una baja energía para poder experimentar en la materia densa?

Esto no se puede hacer de una manera brusca, porque eso colapsa a cualquier cuerpo de luz o denso, el cambio de energía siempre debe ser paulatino y nunca brusco, tanto para subir de vibración, como para bajar de vibración, por lo tanto todos los que hemos tenido la valentía de venir a experimentar en estas fronteras oscuras y australes del universo, debemos bajar de manera paulatina y luego de haber tocado el fondo o los limites dentro de la materia densa debemos volver a subir respetando los mismos palieres o estratos de energía de la misma manera que lo hacen los buceadores cuando descienden a los fondos marinos respetando etapas de compresión y descompresión, así también sucede en los cambios de densidad de energías espirituales.

Nosotros todos tenemos mucha valentía porque lo que venimos a hacer es dejar de lado a nuestra energía tan enorme, para ir bajando nuestra vibración, para ello la primera vez que encarnamos en un ser de menor vibración, fue en un Dios o una Diosa, no es así exactamente, pero es un ejemplo como cualquier otro para que podamos comprender el mecanismo de esta acción, luego nos convertimos en Semidioses, en un Avatar, en un ser ascendido, en un humano, en un animal, en un vegetal, en un mineral, en un elemental, en un átomo, en una partícula…. Para luego al tocar fondo, pegar un impulso y volver a subir haciendo el mismo camino a la inversa y pasando por los mismos personajes, o sea que, si al bajar algunos de ustedes fueron el Dios Júpiter, al ascender en algún día futuro volverán a encarnar en el Dios Júpiter, pasando de la partícula al átomo, del átomo al elemento, de allí al vegetal, etc… hasta llegar al ser de luz gigante de donde salieron ¿está claro como es esto?

Este proceso exige millones de años de pasar de la luz a la densidad y luego volver a la luz haciendo el mismo camino pero al revés, trayendo con nosotros una grandísima experiencia de vidas diversas, habiendo integrado el conocimiento en nuestros espíritus y trayendo toda esa sabiduría hasta llegar a la Fuente, por eso este texto lleva el título “Boleto de ida y vuelta” y es impensable que esto suceda en mil años o en un siglo, repito este proceso exige tiempos larguísimos para ser ejecutado y todos nosotros ahora estamos en el camino de vuelta, muy lejos todavía de llegar a ser Dioses nuevamente, pero si estamos con nuestras conciencias alertadas de nuestro camino de vuelta a casa.

Subiendo esa escalera energética, cada uno de nosotros debemos ser conscientes de nuestro ser elemental y respetarlo como tal, pero somos también en algún espacio/tiempo universal grandes seres de luz que deben ser integrados en las conciencias de los humanos que somos hoy en este planeta, hemos hecho trabajos inmensos a lo largo del tiempos y del espacio para lograr esta ascensión actual, volvemos cargados de una gran sabiduría, somos perlas magnificas, somos joyas maravillosas y divinas escalando las energías que nos llevan a nuestro verdadero hogar de luz.

Somos seres que llevamos dentro una luz especial y el universo entero está a la expectativa de nuestros sucesos, están todos como sucede en los aeropuertos, aglomerados atrás de los vidrios, esperando nuestra llegada y nosotros después de tan largo viaje por los aires del tiempo llegamos cansados y ansiosos de ver esos seres queridos que nos esperan con tanto amor, eso está sucediendo ahora.

Qué más puedo decir, disfrutemos, aprendamos y progresemos, desde otras esferas se nos alienta a seguir haciendo esfuerzos dignos de titanes, tomemos ese avión e integremos estas informaciones y volvamos a casa de manera consciente, todo ser desencarnado sabe esto, pero lo esencial es tomar conocimiento de todo esto mientras estamos encarnados, pues de esta manera queda integrado en nuestras consciencias y en la siguiente encarnación esta información ya vendrá integrada en nuestro ADN.

Mil bendiciones...   Maestra María

Copyright Monica Sanchez